Exempleado de almacén de electrodoméstico engañó a dueño de camión para llevarse mercancía robada
El dueño del vehículo, sus tres ayudantes y su esposa quedaron en libertad.
Daniel Humberto Montaño Wilches, Arístides De Alba Montaño, Walter Sarmiento González, Yolanda Cristina Olivera y Johnny Manuel Orozco Salas quedaron en libertad tras ser llevados a audiencia por el robo de un almacén de electrodomésticos, el pasado domingo en el centro de Barranquilla.
El juez consideró que no tenían nada que ver en los hechos ya que fueron asaltados en su buena fe debido a que Walter, dueño del camión, fue contratado para trasladar los electrodomésticos desde el centro de Barranquilla a un centro comercial de Soledad. El hombre, a su vez, contrató a Daniel, Aristides y a Johnny para que le sirvieran de ayudantes y Yolanda, esposa de Walter, decidió solo acompañarlo para no quedarse sola en la casa.
“El día sábado a las 2 de la tarde me llamó un señor para hacer un trasteo de un almacén, que quedaba en la calle 38 con carrera 41 y quería el servicio a la 1:30 del domingo. Al llegar al negocio, a la 1:50 p.m., encontramos el almacén normal con un gerente en una oficina, una secretaria en un computador y el vendedor acá afuera. Nos atendieron y nos dijeron que debíamos llevar estos electrodomésticos al Centro Comercial Nuestro Atlántico. Por ese servicio le cobré 330 mil pesos”, relató Walter.
Según indicó el dueño del camión, cuando llegaron al almacén vieron todo normal. Incluso, Faybel Augusto Rey, el único procesado por el hecho, se hizo pasar por gerente del almacén portando un uniformado del lugar.
“Cuando estaban cargando los electrodomésticos llegó la Policía y el supuesto gerente le mostró facturas y los policías se fueron. Procedimos de nuevo con el cargue y arrancamos. Cuando llegamos al centro comercial la Policía nos encañonó y nos tiró al piso”, relató Walter.
A todos los llevaron a la URI y cuando fueron presentados en audiencia el juez encontró materiales probatorios que daban a conocer que ni Walter, ni sus ayudantes y mucho menos su esposa tenían relación con el robo.
De inmediato fueron dejados en libertad, porque había documentos que demostraban que habían sido contratados para transportar la mercancía sin saber que hubo un plan ilegal con anterioridad para sacar la mercancía del lugar.
Los verdaderos delincuentes, dos hombres que quedaron grabados en cámaras de seguridad, intimidaron a los empleados legítimos del lugar para amordazaron en un pequeño cuarto, así otras personas fingieron ser trabajadores y cuando llegó Walter con sus ayudantes le hicieron creer que se trataba de un trasteo normal.
Walter, según indicó, se dedica desde hace más de 10 años a las labores de mudanza y siempre ha contratado a los otros muchachos para ayudarle a cargar y descargar lo mercancía.